“Es una técnica no invasiva basada en vibraciones mecánicas (ondas sonoras de alta frecuencia) que penetran en las capas internas de la piel y ayudan a reducir cúmulos de grasa, atacando la celulitis y mejorando el aspecto de la piel. Actúa a nivel intermolecular, fluidifica los líquidos orgánicos y disminuye el edema, modifica el tejido conjuntivo endurecido, facilitando la metabolización del adiposo. Está indicado para celulitis y reducción de la masa corporal.
Hoy se usa mucho lo que se llama Hidrolipoclasia Ultrasónica, un método cada vez más reconocido por su sencillez y por sus muy buenos resultados en lo que hace a la reducción de las adiposidades localizadas y la celulitis. Consiste en infiltrar solución fisiológica (suero) o agua destilada con o sin componentes lipolíticos y lidocaina a una profundidad de 1 centímetro de la piel, para luego aplicar energía ultrasónica de alta potencia, permitiendo disolver la grasa para luego eliminarla a través de la orina.
El tratamiento se realiza con inyección de un volumen variable de líquido a nivel subcutáneo en el seno de la grasa.
No debe realizarse ultrasonido sobre implantes de siliconas, en personas con marcapasos, ni en zonas cercanas al ojo. Absolutamente contraindicado para embarazadas. Las personas con DIU deben consultar a su médico si es conveniente.”
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fuente: Entremujeres.com
